Traemos la reseña que hace Claudia , alumna universitaria, invitada al preestreno de Madrid.
CLAUDIA
SANTAMARÍA
LENGUA
CASTELLANA: NORMAS Y USOS
UNIVERSIDAD
PONTIFICIA DE COMILLAS
PROFESORA:
PILAR ÚCAR.
OPINIÓN PERSONAL DE “MANZANAS,
POLLOS Y QUIMERAS”
Por Inés Paris
Imagínese a un chico
de 20 años teniendo que encamisarse y dirigirse al teatro de Callao para ver un
documental de mujeres africanas en España. No es que a Yago le disgusten los
documentales, en absoluto, es más, le atraen. Sin embargo uno no puede negar que,
siendo varón y con veinte años, sería comprensible mostrarse algo reacio a
asistir a una producción titulada Manzanas
pollos y quimeras. Al terminar la película, Yago me miró, y me dijo de una
manera parca y sincera : Gracias, me ha
encantado, lo mejor: le creí, por que yo misma, siendo mujer, española, y
de 19 años, me emocioné y de verdad.
El pasado Octubre
tuve el honor de asistir a la presentación de Manzanas Pollos y Quimeras, un documental de la cineasta Inés Paris
que nace como un proyecto de la Fundación
mujeres por África, presidido por María Teresa Fernández de la Vega. La
fundación desarrolla un cargo muy importante a la hora de acercarnos al
continente africano, pero siempre desde el novedoso enfoque de la mujer. Mi
activa, tecnológica, alocada y
educadora, tía, Mercedes Ruiz, lleva
años fusionando cine y educación, no quiso pues, dejar este proyecto de lado,
así que con ella presenciamos lo que sería una excelente inyección de realismo
para los asistentes. El documental cuenta de una manera dinámica, apasionante y
con mucho ritmo, las distintas trayectorias de mujeres africanas, que,
esperando esplendorosas manzanas y pollos
corriendo por la Gran vía, abandonaron las terroríficas situaciones de
origen teñidas de abusos y guerras. A través de numerosos y agridulces relatos
comprendemos las enormes dificultades que encontraron algunas al llegar a
España, en ocasiones causadas por el aún latente desconocimiento por parte de
la sociedad española, que en ocasiones desemboca en un racismo hiriente.
Paris, sin embargo,
domina de una manera excepcional el balance entre drama y alegría, no muestra
una entelequia constantemente trágica, ni sublima por el contrario los
escenarios, Paris explora la realidad de atletas, escritoras, campesinas,
galeristas de arte, madres, actrices y costureras… entre canciones de Piruchi Apo, se dibujan vidas llenas de
tesón, coraje y valentía.
Documentar
información de este tipo no es solo un canal para dar a conocer los conmovedores itinerarios de estas mujeres, sino también, una
manera de informar eliminando barreras,
de ilustrar un enriquecedor concepto que existe en nuestro país, pero
que por desgracia no tiene apenas alcance mediático.
Creo que el material
que Paris nos ofrece es extraordinario no solo en cuanto a contenido sino en
forma. Consigue que ni la edad, ni el sexo, ni la raza y que ni incluso
intereses distintos al tema, sean un inconveniente a la hora de sentir la piel
de gallina. Con muchas carcajadas, más de una lagrimilla oculta, y aplausos sin
cesar, las memorias de áfrica se aglutinan con las españolas, acercando cada
una de las mentes de la sala a vidas ajenas y que de verdad, no dejan a nadie
indiferente.